Hemos hecho "dos fichas-exámenes sorpresa": uno del tema que terminamos de Lengua y otro de Problemas. Debían estar muy "concentrados" para no equivocarse ni distraer al resto de sus compañer@s.
Y aprovechando la ficha de Problemas (ya que resultaba más fácil su corrección y era la primera vez -espero que no la última- que la llevamos a cabo), hemos introducido una nueva actividad para evaluarnos. Aunque hemos tardado en hacerla, estoy convencida de que no ha sido una pérdida de tiempo ya que con este tipo de actividades l@s alumn@s entre otras cosas:
- Se sienten partícipes y no pur@s escuchas.
- Han de estar muy atentos para no equivocarse; ya que la "responsabilidad" que recae en ell@s es muy grande.
- Expresan juicios críticos sobre el trabajo de sus compañer@s (pero no críticas destructivas, sino constructivas, para mejorar).
- Aprenden a evaluarse.
- Con ella cerramos el triángulo fundamental de la enseñanza: maestra - alumn@s - compañer@s.
Cada un@ ha ejercido durante un tiempo de maestr@, se han colocado los "zapatos de la maestra" y han evaluado a sus compañer@s... porque hemos realizado una COEVALUACIÓN.
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